Existen múltiples problemas que afectan a nuestra visión y debemos tratar para poder seguir contando con ella, por lo contrario, podríamos dañar gravemente nuestra visión hasta la ceguera. Uno de ellos es el glaucoma ocular, del que hablaremos a continuación.
Qué es el glaucoma ocular
El glaucoma ocular es una afección que provoca la pérdida de la visión periférica de manera gradual. Se trata de uno de los problemas más comunes a la hora de la pérdida de visión, por ello es importante anticiparse y realizar la revisiones oportunas, además de conocer sus principales síntomas.
Causas del glaucoma ocular
El ojo produce constantemente un líquido llamado humor acuoso con la función de hidratar aquellas zonas a las que no llega el riego sanguíneo. El humor acuoso debe ser drenado a la vez que se produce para mantener estable la presión. Sin embargo, en muchas ocasiones se produce un fallo en el ángulo de drenaje por lo que al no salir el humor acuoso, se produce un desequilibrio en la presión ocular.
Si la presión ocular dentro del ojo aumenta, se comienzan a producir daños en el nervio óptico. Es a estos daños a los que nos referimos principalmente al hablar de glaucoma ocular.
El nervio ocular está formado por múltiples fibras que, al aumentar la presión, van muriendo. Por ello se debe tratar a tiempo y evitar la muerte de todas las fibras del nervio óptico.
Tipos de glaucoma ocular
Existen dos tipos principales de glaucoma ocular según el ángulo de afección y la gravedad o rapidez de este.
Glaucoma ocular crónico de ángulo abierto
Se produce cuándo el problema reside en que el ángulo de drenaje está atascado y el humor acuoso no se está drenando correctamente. En este tipo de glaucoma ocular los pacientes no presentan síntomas hasta el comienzo de la pérdida de visión.
Por ello, si realizamos las visitas oportunas al oftalmólogo podremos prevenir esa pérdida de visión.
Glaucoma ocular de ángulo cerrado
El glaucoma ocular de ángulo cerrado es más peligroso y requiere de más urgencia que el anterior debido a su rapidez.
El glaucoma ocular de ángulo cerrado se da cuándo el paciente tiene el iris demasiado cerca del ángulo de drenaje por lo que, en algún momento por varias circunstancias, este se cierra y por lo tanto no se drena el humor acuoso del interior del ojo.
Este tipo de glaucoma ocular puede experimentar ataques agudos, es decir, un cambio brusco en el que el paciente padece síntomas de forma inmediata y debe ser tratado como una urgencia médica para evitar la pérdida completa de la visión.
Síntomas del glaucoma ocular
Como hemos mencionado anteriormente, el glaucoma ocular crónico no presenta síntomas claros para el paciente hasta que se comienza a producir la pérdida gradual de la visión periférica y por lo tanto acude al especialista cuándo ya se han producido daños en el nervio óptico.
En el caso del glaucoma ocular de ángulo cerrado la sintomatología es diferente, aún más si se produce un ataque agudo de visión. En ese caso, el paciente presenta los siguientes síntomas:
- Dolor intenso en los ojos y frente
- Visión borrosa
- Dolor de estómago e incluso vómitos
- Mareo
- Visión de aros de luz de colores alrededor de las luces
Tratamiento del glaucoma ocular
El tratamiento del glaucoma ocular es principalmente para prevenir el daño, es decir, equilibrar la presión ocular para que no se dañe más el nervio óptico. Sin embargo, estos tratamientos no son para revertir el daño pues, el glaucoma ocular produce un daño permanente en las fibras del nervio óptico. Si estas han muerto debido al aumento de presión, no podrán volver a ser útiles.
Estos tratamientos para el glaucoma ocular pueden ser a nivel de medicamentos (normalmente gotas para disminuir la presión) o cirugías (despejar el ángulo drenaje para que drene bien el humor acuoso).
Ahora que ya conoces más datos acerca del glaucoma ocular, recuerda visitar un especialista si tienes cualquier otra duda o piensas que puedes padecerlo por la pérdida de visión periférica que experimentas.